Para entender la importancia del ahorro de energía primero deberíamos entender cómo se produce la energía y qué recursos consume su producción.
En 2015, un 62,6% de la energía consumida en España fue no renovable, energía que proviene de fuentes limitadas, cuya regeneración se produce muchísimo más lento que la velocidad de su consumo. Las energías no renovables son las que provienen de energía nuclear o por combustibles fósiles, como petróleo, gas natural y el carbón. (Puedes ver más este tema en el post Energía renovable y no renovable).
Según el proveedor que tengas contratado, variará la procedencia de la energía que consumes, algunas empresas ofrecen 100% energía verde y otras no renovables. Algunas empresas proveedoras del servicio explican cuál es el origen de la electricidad que consumes en tu domicilio.
Por ejemplo, en la factura de Endesa, en una segunda página explican que la “Mezcla de producción del sistema eléctrico español para 2015” fue, en un 35% energía renovable. Pero la “Mezcla Endesa Energía S.A.U. 2015” sólo se ve un 19,7% de energía renovable.
También informan, en la factura de la luz, sobre el impacto medioambiental que tiene mi consumo eléctrico. Este impacto depende de las fuentes energéticas que se utilizan para la generación de la energía. Se clasifica en una escala de A a G dónde A indica el mínimo impacto ambiental y G el máximo, es la misma escala que se encuentra en los electrodomésticos. La factura de Endesa indica que el valor medio nacional corresponde al nivel D y que la energía comercializada por Endesa Energía S. A. U. tiene un valor E en emisiones de dióxido de carbono. Es decir que estamos peor que la media en el país. Es algo que quizá no te has detenido a mirar, yo tampoco, hasta ahora.
Por suerte, tenemos muchas otras opciones para contratar un proveedor de electricidad tanto para hogares como para empresas.
En la web de la Comisión Nacional de los Mercados y Competencia se puede encontrar un archivo con todas las empresas proveedoras de energía en el que se puede ver su clasificación según las emisiones de CO2 y de residuos radiactivos de alta actividad. En este cuadro hemos resumido sólo las que tienen clasificación “A” y están ordenados alfabéticamente.
Como siempre, tenemos el poder como consumidores de elegir nuestros proveedores. Si puedes quizá es un buen momento para cambiarte de proveedor, quizá las grandes empresas se den cuenta que deben hacer más por cambiar el tipo de energía que ofrecen.
Además de buscar un proveedor que sea más “limpio” también puedes ahorrar en consumo.
Lo más importante a tener en cuenta son:
Aislamiento: Asegurarse que puertas y ventanas cierran correctamente y así conservamos el calor o frío de dentro del hogar. Cambiar cada año los burletes de las ventanas por ejemplo puede ser un pequeño gesto que puede hacerte ahorrar en la factura de la calefacción.
Electrodomésticos: Elegir aquellos con mejor eficiencia energética.
Iluminación: Cambiar las bombillas de siempre por LED aunque al principio el cambio puede resultar costoso a la larga compensará en ahorro.
Pilotos (modo Stand-by): Apague los equipos que no utiliza, el router por la noche, las pantallas de ordenador, los ordenadores portátiles, etc.
fuente: 17 trucos para ahorrar energía y dinero en casa
Ya sabes, siempre hay opciones para ocuparnos de hacer que este mundo cada día sea un sitio mejor, o al menos que nuestro paso por el tenga el mínimo impacto posible.